LA VACA QUE NO PUEDE ELEGIR NO SER VACA LECHERA

Las empresas productoras de leche y lácteos ya no saben que inventar ante el descenso de ventas; tienen a sus creativos publicitarios echando humo para seguir justificando el consumo de leche y que el consumidor se sienta feliz y sin atisbo de culpa al adquirir sus productos.

Ya conocemos la campaña de Pascual con las vacas que duermen plácidamente arrullados por un pianista y que les faltaba que alguien las arropara, eso sí, sobre sus camas de mierda ya que ellas no pueden elegir echarse fuera del único espacio dónde tienen que hacer sus necesidades.

Fotografía de la derecha de Jo-Anne McArthur

Ahora otra empresa saca una nueva campaña utilizando la falaz imagen ya conocida de una Vaca que Ríe, para indicarnos que es feliz de darnos su leche en lugar de dársela a su bebé arrebatado y convertido en filetes lechal. Y ahora “rizando el rizo” afirmando que ella “Elige Reír”, un slogan que intenta vender la idea de que ante la adversidad lo mejor es elegir reír (comiéndose un quesito claro) pero, aunque una pobre vaca pudiera reír como en el dibujo lo que no puede hacer es ELEGIR, esa es la principal falacia del slogan.

Una vaca no puede elegir nada en su vida, desde el momento de su nacimiento hasta su muerte, no puede elegir dónde vivir, con quien relacionarse, ni reproducirse ya que es violada por un artilugio humano, ni poder lamer a su bebé recién nacido, ni darle calor ni su leche, tampoco cuándo dormir o comer, cuando dejar de producir leche de forma natural; nosotros elegimos cuantos embarazos y partos tendrá y hasta cuando sus mamas seguirán siendo exprimidas (hasta que ya no sea rentable) y entonces decidiremos cuando morirá.

Mientras, profesionales sanitarios ya desfasados o con pretensiones nutricionistas. se convierten en aliados desinteresados de la industria, apoyando campañas institucionales para seguir promoviendo la leche como un alimento necesario para el buen crecimiento y equilibrio del calcio. Cómo si no existiera evidencia de lo absurdo de tal comportamiento en los miles de especies de mamíferos, incluidos los más cercanos a nosotros como los homínidos, que no necesitan seguir tomando leche ni la de sus madres ni las de otras madres, durante su vida adulta después del destete.

Seguiremos obviando que No es necesario ni natural hacer esto, y que no siéndolo, es inmoral basar en esta necesidad el sufrimiento y muerte de tantos animales, éticamente iguales a nosotros, simplemente por una “creencia” perpetuada y el placer del sabor de la leche o sus derivados.

Las vacas si ríen, pero no con esa sonrisa falsa del logo comercial, ríen en el lenguaje de las vacas y hoy día solo tendría motivos y elegirían hacerlo las que viven siendo vacas en los Santuarios. También elegirían Reír si fueran conscientes de que cada vez más gente hemos sustituido por bebidas vegetales, su exclusivo fluido maternal que solo merece su ternero.

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