Crónica de una ejecución "fuera de lugar"


Esta imagen no es nueva en la red, ya fue viral cuando ocurrió en 2016, pero nuestros compañeros de Animal Save Portugal acaban de retomarla para concienciar sobre la cruda realidad de lo que comemos y creemos que es bueno que no olvidemos lo que representa. Volvemos a contar su historia.

La primera vez que me topé con esta imagen fue en instagram y la primera impresión que tuve es que era un montaje o un dibujo hiperrealista, una campaña de PETA o algo así. Es tan fuerte y chocante que parece sacado de una película postapocalítica. Pero no, era real y cuenta el final de otra de esas vidas que vamos dejando por el camino, transfiguradas en trozos de músculo, sangre y huesos.

Si alguien se propusiera hacer una campaña para mostrar el vínculo entre lo que comemos y lo que lo precede no hubiera podido crear una imagen más elocuente. Es como poner la línea de matanza de un matadero en medio del pasillo de carne del supermercado. Visualizar la violencia y el sufrimiento junto al anunciado placer de una comida.

La historia de este toro sin nombre, criado para carne que ya nadie comió, resume el dramatismo del común final de estos animales que siendo aún jóvenes son conducidos al matadero y que en este caso se agrava con el accidente del transporte, y la angustiosa y fallida huida.

A las 8:25h del 4 de abril de 2016, un camión de transporte de ganado bovino que se dirigía al matadero con 20 reses, vuelca en una curva a la altura de la localidad alemana de Eggenfelden (Baja Baviera). La caja del camión queda tumbada en el arcén, por encima de un carril bici y la mayoría del ganado escapa como puede por el techo que ha quedado abierto en el accidente, ocupando la calle y un aparcamiento cercano. Al menos dos toros están entre ellos, uno escapa por los campos cercanos sin saber muy bien a dónde ir, pero el segundo, un joven manchado de blanco y castaño, tiene una herida en la cabeza y está tendido al lado del camión, parece que va a morir allí pero se endereza, tropieza y al final comienza a correr asustado por el carril bici donde casi pisotea a un bombero, y acaba en el parking de un supermercado que ya se encontraba abierto. La policía y los bomberos ya están allí pero no han podido hacer nada por evitarlo.

Buscando refugio se dirige a la puerta del mismo que se abre de forma automática irrumpiendo como un terremoto a través de los puesto de caja derribando una caja registradora y pasando a las calles de estanterías de la tienda. Los clientes que evacúan rápidamente el local bloquean la puerta con un carro del supermercado.
El pobre animal ya ha perdido mucha sangre de la herida y se encuentra acorralado. Aunque hay policías presentes el arma reglamentaria es poco potente para atravesar el cráneo de un animal como este y recurren a un especialista que dispone de un fúsil de asalto para casos de escapes de ganado que ya se han dado anteriormente en el distrito rural de Rottal-in.

Cuando el animal se para en los arcones de la verdura, y cuando ya mira desafiante a las personas presentes (dos clientes, tres bomberos y el oficial de policía, el francotirador dispara una vez, y otra más. El toro se tambalea y se derrumba al lado del congelador de carne, donde un cartel anuncia “filete de res”. Dos disparos más y todo queda congelado en esta escena dantesca que vemos en la fotografía y que no sabemos muy bien quién captó [1].

El episodio terminó con la muerte a tiros del segundo toro en las cercanías y el resto de animales conducidos y cargados de nuevo en los camiones de la muerte.

Dice Anna Pippus [2]: “Cuando compartí esta foto en las redes sociales , se volvió viral, () Muchas personas subieron comentarios para expresar su tristeza porque el animal recibió un disparo.

Pero los otros animales en ese camión fueron enviados directamente al matadero. Se enfrentaron a un transporte más incómodo, a las imágenes aterradoras, los sonidos y los olores del matadero, y una muerte aterradora . ¿Es eso mejor que recibir un disparo en un supermercado?

Esta es otra de las paradojas de nuestra especie: cuando un animal escapa de la matanza, no podemos evitar alentarlo. Intuitivamente entendemos que es una cuestión de vida o muerte para ese individuo, y queremos que viva.

No nos damos cuenta de que el villano de la historia no es el matadero. Somos nosotros los humanos los que mantenemos el negocio de los mataderos.”

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[1] La imagen original fue posteada dos días después por un usuario de Reddit, denominado “lnfinity” dentro del grupo r/vegan y que podéis ver aquí: https://www.reddit.com/r/vegan/comments/4iaeax/in_germany_a_bull_managed_to_escape_from_a_truck/

[2]La foto se convirtió en viral y Anna Pippus, Directora de defensa de animales de granja en Animal Justice Canada escribió una reflexión moral: “The Internet Is Freaking Out About A Dead Cow In A Supermarket” en Huffpost (https://www.huffpost.com/entry/the-internet-is-freaking-_b_12077126?guccounter=1).

La noticia y un video del suceso se publicó en Merkur.de podéis verla en: “Bulle in supermarkt erschossen. Tierdrama in Eggenfelden: "Brandgefährliche Situation" (https://www.merkur.de/bayern/bulle-eggenfelden-supermarkt-erschossen-gefaehrlich-6280089.html)

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